El cuadro fronterizo jugó este cotejo como cuarto en la tabla de posiciones con cuatro puntos, con un triunfo habría llegado a los siete y con sólo dos unidades de distancia frente al puntero, Bolívar. Sin embargo, este panorama quedó sólo en una ilusión y dejó el camino libre para que los demás elencos le rebasen.
Petrolero contó con una inmejorable ocasión para desenredar este encuentro con el penal que le cobraron a Jeison Quiñones por una falta dentro del área grande. El mismo jugador decidió hacer el remate, cerca del primer cuarto de hora del segundo tiempo, pero su confianza no fue suficiente para conquistar el tanto y mandó la pelota por encima del travesaño.
Nacional Potosí jugó con 10 hombres a partir de los 60´ por la expulsión de Pastor Monroy, sin este delantero perdió fuerza en ese sector y resignó sus opciones de convertir goles.
Pese a esta diferencia numérica en el campo, el elenco se paró bien y tuvo llegadas sobre el arco local.
Después de fallar en la ejecución desde los 12 pasos, el partido siguió su desarrollo sin éxito para abrir la cuenta porque la resistencia creció en Nacional Potosí, con el arquero Carlos Barahona como una de las figuras porque tuvo una buena actuación cuando el oponente llegaba sobre su pórtico. Para la visita este punto es valioso y es el segundo que suma fuera de la Villa Imperial.
El delantero de Nacional Potosí, Nicolás Bubas, estaba inquietando a los defensores de Petrolero por su fuerza y su visión para buscar el arco.
Su compañero Charles Da Silva trató de asistirlo para hacer más daño, este vínculo no era sostenido y se perdió la fuerza, una falencia que se notó con la ausencia de Anderson Da Silva, quien estaba en la banca de alternos.
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