Ni las palabras de los dirigentes nacionalistas, ni el conflicto con los clubes cruceños. El partido entre Nacional Potosí y Blooming, que debía disputarse esta tarde, fue reprogramado para el 14 de agosto de 2019 por decisión de la comisión técnica de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
La decisión está contenida en la resolución FBF-DP-CT 019/2019 que fue asumida atendiendo la "solicitud del Club Blooming por no poder transportarse a la ciudad de Potosí por problemas presentados en su vuelo chárter justificando a que la empresa no pudo cumplir por motivos administrativos internos y rol de operaciones".
La suspensión tomó de sorpresa a los jugadores quienes ya estaban listos para saltar a la cancha. Tuvieron que recoger sus cosas y salir por donde ingresaron, sin haber jugado.
Al salir, Bruno Racua dijo desconocer las razones de la suspensión, salvo un problema de logística.
La decisión no le cauó nada bien al director técnico del equipo, Alberto Illanes, quien declinó ofrecer declaraciones señalando que las explicaciones deben darlas los dirigentes. Recordó que él es técnico y su labor es preparar al equipo. No obstante, hizo algunos comentarios como, por ejemplo, que, a pesar de actitudes como esta, que afectan al fútbol los dirigentes exigen resultados.
Un día antes, el secretario general de Nacional Potosí, Oscar Careaga, había dicho que el equipo se iba a presentar en el estadio "Víctor Agustín Ugarte" y, si Blooming no lo hacía, entonces le meterían Walk Over.
El equipo se presentó pero tuvo que retirarse. Aparentemente, la dirigencia aceptó el pedido de postergación.
En el estadio se quedaron las tribunas y canchas vacías, graficando el estado actual del fùtbol boliviano.
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